Después de una larga pausa de hacer ejercicio, la mayoría de las personas no podrán desempeñarse al mismo nivel que antes, y es importante manejar las expectativas y establecer metas realistas cuando vuelvas a tu rutina de actividades deportivas.
Variar los entrenamientos e incluir ejercicios de fuerza en tu rutina te ayudará a aumentar tu resistencia y reducir el riesgo de lesiones.
Maneja tus expectativas
Es probable que las personas que han tomado un descanso prolongado del ejercicio descubran que es posible que no puedan hacer las cosas que antes podían hacer.
Ya sea que trates de correr una carrera de 5 km o mantener una pose de yoga, los expertos dicen que es de esperar que no puedas desempeñarse al mismo nivel. Sin embargo, esto puede resultar difícil de aceptar para algunos.
Muchas personas, especialmente aquellas que eran muy atléticas o se ejercitaban mucho antes de la pandemia, pueden pensar que son más capaces físicamente de lo que realmente son.
Las reacciones comunes que las personas pueden tener ante esto son la frustración y la ira. Pero estos sentimientos no le servirán si está tratando de volver a estar en forma.
Estas conductas pueden establecer:
Metas poco realistas
Una rutina que es demasiado difícil o muy intensa, y corren el riesgo de perder la motivación por experiencias de fracaso o lesiones.
Una opción más saludable es participar en un autoexamen y evaluar objetivamente quiénes somos y dónde estamos.
Puedes llevar a la creación de metas que nos ayudan a motivarnos a retomar el camino y volver a participar en actividades de salud y acondicionamiento físico para que nuestra identidad y realidad personal se alineen nuevamente.
Volver a hacer ejercicio de forma segura
La clave para volver a hacer ejercicio de manera segura después de un largo descanso es dar pequeños pasos y cambiar con frecuencia la rutina.
Y la manera en que funcionará mejor el cuerpo es de forma gradual al régimen de entrenamiento, además que debe ser variado en términos de intensidad, frecuencia y tipo.
Por ejemplo, para alguien que solía correr con frecuencia antes de un largo descanso, se recomienda introducir el entrenamiento a intervalos o trotar dos o tres veces por semana junto con rutinas de bajo impacto como yoga o Pilates en otros días distintos de la semana.
Consejos para mantenerte motivado
Si no ve los resultados de su nueva rutina de ejercicios de inmediato, puede resultar frustrante y puedes sentirte tentado a darte por vencido. Pero recuerda, solo será más fácil con el tiempo.
Una vez que haces del ejercicio un hábito y una rutina, tus endorfinas y tu propio cerebro pueden realmente motivarte.
Pero convertirlo en un hábito y convertirlo en una rutina es el primer paso más difícil. Y para que el ejercicio sea un hábito agradable, es importante elegir actividades que te gusten.
Por último, para mantener el rumbo, los expertos recomiendan establecer objetivos REALES y utilizar un dispositivo de fitness o una aplicación móvil para seguir su progreso.




Comentarios
Publicar un comentario