Si alguna vez te has preguntado cómo lavarse la cara de la manera correcta, no estás solo, ¿qué tan difícil puede ser? Simplemente salpica un poco de agua en tu rostro, frota con un poco de limpiador y enjuaga.
La limpieza del rostro elimina la suciedad, las células muertas de la piel, el maquillaje y cualquier otra cosa que pueda obstruir los poros o provocar un embotamiento general.
Y, dependiendo del tipo de limpiador que uses, también podría ayudarte a tratar afecciones específicas de la piel, como el acné.
Pero la diferencia no solo es cómo te lavas la cara, sino también cuándo, con qué frecuencia y qué tipo de limpiador usas, es por ello que hoy te daremos una serie de tips que te indicarán sí haces tu aseo de forma correcta o incorrectamente.
Lo recomendable es lavarse la cara dos veces al día
La única manera de aumentar este número es que tu piel sea propensa a infecciones, ya que un lavado excesivo no solo conduce a la piel seca e irritada, sino que en realidad puede conducir a que ella, paradójicamente, produzca demasiado aceite.
Estas dos veces se deben hacer en la noche, es una regla estricta cuando se trata de cuidar su piel, y es válido incluso si no usas maquillaje.
Durante el día, los aceites naturales y el sudor se acumulan en la piel, además de estar expuestos al medio ambiente, lo que significa que la suciedad y la contaminación se acumulan en nuestra capa externa de la piel.
No eliminar toda esta suciedad al final del día puede causar irritación, inflamación y brotes de acné.
Por la mañana también hay que lavarse la cara, porque en la noche la piel transpira, tienes los productos del cuidado nocturno, es por ello que debes retirarlos cuando te levantas.
IMPORTANTE: Si realizas una actividad física limpia el rostro de ese sudor, ya que si se te acumula en la cara puede causar brotes, puedes liarte con agua micelar.
Asegúrate de utilizar un limpiador adecuado para tu tipo de piel
Cuando busques un limpiador facial, tendrás que considerar cosas como:
Tipo de piel (grasa, seca, normal o combinada)
Si tienes piel sensible
Propensos al acné
Afecciones de la piel (como rosácea, eczema o psoriasis)
IMPORTANTE: Lavarse de manera demasiado agresiva o durante demasiado tiempo, especialmente si tu limpiador contiene ingredientes exfoliantes, puede provocar rápidamente enrojecimiento, irritación y enojo en la piel.
Hazlo por 20 o 30 segundos asegurándose de lavar la zona T y la zona U (alrededor de la mandíbula), ya que estas son áreas que se tienden a ignorar.
Usa su humectante rápidamente después de la limpieza.
El momento oportuno de sus pasos para el cuidado de la piel, especialmente la hidratación, puede marcar una gran diferencia en su eficacia.
La mayoría de los humectantes contienen ingredientes que atraen agua hacia la piel, y que ayudan a sellar esa hidratación.




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