Visualiza
este escenario, tienes el rostro con un gran maquillaje de cobertura total, y
al final del día deseas asear tu cara de una forma que no se abrasiva para tu
piel, pero que te quite todo ese makeup que realizaste, y para esto nada mejor
que un aceite limpiador.
¿Qué es el aceite limpiador?
Los aceites limpiadores, como su nombre indica, son
lavados faciales a base de aceite. Por lo general, están formulados con
varios tipos diferentes de aceites livianos y se emulsionan o forman espuma
cuando se combinan con agua.
Esto permite que ellos limpien la piel de manera
efectiva sin dañarla ni apelmazarla. Algunas fórmulas, pueden incluso
eliminar el maquillaje resistente al agua.
El aceite limpiador es capaz de eliminar el
maquillaje, el sebo y las impurezas no deseadas sin
quitarle a la piel sus aceites naturales e hidratación.
Incluso si tienes la piel grasa, deberías darles una
oportunidad, ya que purificará la piel sin resecarla y puede ayudar a controlar
la producción de sebo, para que tu zona T pueda encontrar más equilibrio.
¿Cómo se usa este producto?
La forma en que uses el aceite limpiador dependerá de
tu tipo de piel y de lo que quieras lograr.
Por ejemplo, si tienes la piel seca, puedes usar
tu limpiador de aceite para lavarte la cara y luego continuar con el resto de
tu rutina de cuidado de la piel.
Aquellos con piel grasa, por otro lado, pueden
preferir seguir un método
de doble limpieza.
Esto implica lavarse la cara primero con un aceite
limpiador para eliminar el maquillaje y luego nuevamente con un limpiador
tradicional para eliminar cualquier resto de sebo, suciedad o impurezas.
Si bien los aceites limpiadores no se quedan en el
rostro por mucho tiempo, no está de más que la mayoría estén infundidos con
ingredientes humectantes, como el aceite de semilla de jojoba, el aceite de
hueso de albaricoque y el extracto de Centella asiática, que nutren
activamente la piel mientras le
dan una apariencia profunda y limpia.
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