Si vas a comprometerte a tener algo permanente y
significativo entintado en tu piel, es mejor que primero te familiarices con un
buen cuidado posterior del tatuaje.
¿Por qué? Porque querrás estar seguro de que
tu nuevo tatuaje se verá igual de fresco dentro de diez años.
Hoy te indicaremos los cuidados posteriores, que deben
seguirse de cerca incluso en los diseños más pequeños e intrincados, para
garantizar que tu tinta corporal permanezca en las mejores condiciones.
¿Qué no debes hacer después de realizarte un tatuaje?
No lo
sumerjas en agua: Puedes mojar tu tatuaje con duchas cortas, pero no
debes sumergirlo ni remojarlo en un baño o nadar durante al menos dos o tres
semanas (o más) hasta que sane.
Jamás te
rasques la piel: Pellizcarse sacará la tinta y probablemente dejará una
cicatriz, lo que dificultará el retoque.
Mantén tus
manos quietas y deja que cualquier descamación desaparezca de forma
natural.
También es
probable que se infecte si sigues tocándolo con las manos sin lavar.
Nunca te
expongas al sol: Mientras tu tatuaje se cura, mantente alejado del sol o
usa ropa que te proteja.
La
exposición al sol en la piel tatuada puede afectar la forma en que se cura y
provocar la decoloración.
Aplica
productos humectantes: Todo lo que necesita para mantener tu tatuaje
hidratado es un humectante básico sin fragancia (no vaselina)
Aplícalo dos
o tres veces al día hasta que sane, o según las instrucciones de tu tatuador.
¿Cuánto tiempo se debe mantener el tattoo cubierto con film transparente?
Todo depende del tipo que tengas y, por lo tanto, del
consejo de tu artista.
Si tienes un diseño muy abierto y oscurecido que está
mucho más expuesto y es más probable que se infecte, debes mantenerlo envuelto
por un poco más de tiempo.
Pero, si es una línea fina, puedes quitar la película
adhesiva un par de horas más tarde; esta es más para proteger el tatuaje de la
ropa en el viaje a casa.
El film transparente solo debe dejarse un máximo de cuatro
días (nuevamente, dependiendo del consejo que te haya dado la persona que te
tatuó).
Luego es hora de limpiar e hidratar. La
regla de oro es:
NUNCA VOLVER A VENDAR EL TATUAJE UNA VEZ QUE HAYAS
QUITADO LA ENVOLTURA DE PLÁSTICO APLICADA POR SU TATUADOR.
El arte corporal, es un accesorio permanente en
nuestra piel, y si decidiste tomar este paso, cuídalo para que ese diseño
prevalezca.
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