El Liquid Blush, es el producto perfecto para crear una apariencia fresca y húmeda durante los meses de verano. Es más fácil de aplicar de lo que piensas y puede darle a tu cutis un acabado luminoso en solo unos segundos.
Sin embargo, pero es uno de esos productos que las personas parecen amar o detestar. Especialmente en los últimos años, cuando el highlighting y el contorno se han vuelto tan populares.
Lo fresco y natural del Liquid Blush
Hoy en día, hay más opciones para probar que nunca. Desde fórmulas cremosas en barra hasta polvos y Liquid Blush, es una alternativa que se presenta en el mercado.
Un buen rubor debería ser casi invisible, o al menos no lo primero que notarás en el rostro. Él debe mejorar el tono de tu piel y darle al cutis un acabado saludable.
El uso de un Liquid Blush hace que sea más fácil lograr ese brillo natural y luminoso que ves en las celebridades que caminan por la alfombra roja. ¿Pero cómo se consigue eso?
Economizar producto a través de una fórmula líquida
Algo que aleja a muchas personas de esta versión líquida es el pigmento. El truco, es pensar que menos es más. Por lo general, un pequeño punto es suficiente para cubrir la mitad de la cara.
Primero, aplica un punto en el dorso de tu mano y mezcla ligeramente con tu dedo o una esponja húmeda.
Podrás medir cuánto necesitas de esta manera. Luego, sonríe un poco y aplica el producto en las manzanas de tus mejillas.
Verás una mezcla mucho más suave si la construyes de esta manera, pero el color seguirá apareciendo.
Cuando estés a gusto con el acabado, déjalo solo para un acabado húmedo o en polvo como de costumbre para una apariencia semi mate.
Una vez que haya aplicado el rubor líquido, es mucho más fácil ver a dónde irá el resto de los productos de maquillaje que desees aplicar.




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