Lucir saludable, es el estado ideal de cualquiera de
nosotros, pero qué ocurre cuando esa meta se convierte en una obsesión y de un
simple deseo se convierte en algo más grave con el trastorno dismórfico
corporal o TDC.
¿Qué es el trastorno dismórfico corporal?
Es una enfermedad mental caracterizada por una
preocupación constante: Su apariencia física.
Pueden creer que un atributo físico discreto o
inexistente es un defecto grave. Responden a esto realizando actos
repetitivos como mirarse en un espejo o comparar su apariencia con la de los
demás.
La gravedad del trastorno dismórfico corporal
varía. Por ejemplo, algunas personas saben que sus sentimientos no son
racionales ni están justificados, mientras que otras son casi delirantes en su
convicción.
¿Cuáles son los síntomas?
Estos pueden
variar según la parte (o partes) del cuerpo a la que se dirige, pero los indicios generales del
TDC incluyen:
·
Pensando en el defecto
percibido durante horas todos los días
·
Preocuparse por su
incapacidad para igualar la “perfección física” de modelos y celebridades
·
Preguntar constantemente a
sus seres queridos de confianza sobre su apariencia, pero no creer la
respuesta.
·
Mirar constantemente su
reflejo o esforzarse por evitar atrapar su reflejo (por ejemplo, tirar o tapar
los espejos)
·
Dietas constantes y exceso
de ejercicio.
Tratamiento para el TDC
No siempre es fácil de tratar, pero los procedimientos
que parecen ayudar más incluyen una combinación de:
·
Terapia cognitiva conductual (CBT): Capacitación sobre cómo
cambiar las actitudes subyacentes para pensar y sentir de diferentes maneras.
Esto incluye aprender a tolerar la angustia de “exponer”
su defecto percibido a los demás y no realizar rituales relacionados con la
apariencia.
·
Habilidades de manejo y afrontamiento: Aprendizaje sobre cómo
hacer frente a los síntomas de ansiedad.
Por ejemplo, la persona puede aprender técnicas de
relajación y cómo combatir la hiperventilación.
·
Medicamentos: Incluidos los medicamentos antidepresivos, en
particular los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.
Estos medicamentos ayudan a reducir muchos síntomas
del trastorno dismórfico corporal, incluidos los pensamientos compulsivos, la
depresión y la ansiedad.
Generalmente, los medicamentos se usan en combinación
con la psicoterapia.
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